Desde 2012, no ha habido en la UE una mejoría en el porcentaje de anguilas que han logrado escapar al mar, y aunque la mortalidad notificada ha disminuido en la mayoría de las áreas de gestión, ha aumentado en otras, según se desprende del informe del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) publicado esta semana, y en el que WWF y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) se apoyan para pedir conjuntamente medidas urgentes para recuperar la anguila europea, especie en peligro crítico, tal y como indican en una nota de prensa.

El trabajo del ICES, una evaluación sobre la aplicación de los planes nacionales de 2021 de gestión de anguila europea, muestra que en general no ha habido avances para alcanzar el objetivo a nivel de la UE de reducir la mortalidad de la anguila permitiendo la fuga hacia el mar de, al menos, el 40% de la biomasa de anguilas europeas. Por el contrario, el escape de la anguila plateada no está aumentando e, incluso, en varias áreas ha disminuido desde que los Estados miembros informaron por primera vez sobre la puesta en marcha de estos planes en 2012.

Solo 9 de un total de 84 unidades de gestión de anguila (como vertientes, cuencas hidrográficas) de la UE cumplieron o superaron el objetivo de escape, por debajo de las 16 unidades que alcanzaron el objetivo en 2012, y únicamente una de ellas muestra una tendencia creciente constante en el escape de anguila plateada. En cuanto a España, solo Baleares ha alcanzado el objetivo de escape del 40%, quedando el resto muy lejos de esta meta; ICES no refleja datos de la Región de Murcia.

“Los resultados de esta evaluación son decepcionantes y cuestionan realmente las medidas de recuperación de la anguila de la UE. Su regulación se adoptó en 2007 y no vemos señales de recuperación. La UE y sus Estados miembros deben adherirse al asesoramiento científico del ICES y los objetivos de la Política Común de Pesca, cerrando o restringiendo sustancialmente las pesquerías. También deben abordar con urgencia medidas para mejorar el acceso a hábitats adecuados que, en su gran mayoría, han de ser recuperados eliminando barreras artificiales que impiden su migración, y mejorando su estado ecológico, tal y como requiere la Directiva Marco del Agua”, comenta Raúl García, coordinador de pesquerías de WWF España.

Degradación y fragmentación de hábitats

Por su parte, Carmen Martínez, de ANSE, afirma que “las recomendaciones de los expertos inciden también en la necesidad de reducir todo lo posible su mortalidad por causas producidas por la actividad humana, además de la pesca, como la degradación y la fragmentación de los hábitats, debido al efecto barrera que pueden suponer, especialmente para especies tan longevas”.

Y añade: “llevamos ocho años trabajando con WWF en el marcaje y seguimiento de las anguilas que viven en diferentes ecosistemas acuáticos del sureste ibérico, principalmente en el entorno del Mar Menor y el sur de Alicante. Estamos constatando la importancia de los cauces y humedales costeros como reservorio, no solo los naturales, sino también algunos artificiales. Si queremos mejorar las poblaciones de anguila, es esencial actuar sobre los hábitats de agua dulce, y promover una gestión de los ríos y las infraestructuras de regulación que tenga en cuenta su papel en el ciclo de vida de la anguila europea”.

La mayoría de los países siguen permitiendo la pesca de anguila en sus diferentes fases, pese a estar catalogada como críticamente amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) desde 2008. La Comisión Europea no se hizo eco de la recomendación del ICES de cerrar todas las pesquerías europeas, en todo tipo de hábitats y para todas las fases de desarrollo, en el Consejo de Ministros de Pesca de diciembre de 2021, y se limitó a reforzar la veda de tres meses a la pesca. Desde entonces, se espera que la Comisión haga pública la propuesta de nuevas medidas para la recuperación de la anguila europea el próximo otoño.

A nivel español, ANSE y WWF valoran positivamente algunas medidas adoptadas durante los últimos años por diferentes comunidades autónomas, como la moratoria pesquera de 10 años puesta en marcha en Andalucía, que ha sido recientemente prorrogada; la prohibición de la pesquería no profesional en la Comunidad Valenciana; o la reducción del periodo pesquero y la implementación de una cuota para la pesquería profesional en la Región de Murcia así como los esfuerzos para hacer frente a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

También se han producido otros avances ya que se esperan inversiones importantes en restauración de cauces y zonas húmedas, que permitirán la recuperación de la conectividad de los ríos, así como una implementación más eficaz de un régimen de caudales ecológicos en muchos más ríos ibéricos. Estas acciones se espera que tengan un efecto positivo en algunas cuencas claves para la anguila en los próximos años, aunque hasta la fecha, su adopción ha sido limitada y queda un largo camino para recuperar el hábitat de agua de esta especie a nivel ibérico.

Imprescindible revisión de los planes de gestión

Sin embargo, y ante los resultados mostrados por la evaluación del ICES, las organizaciones consideran imprescindible una revisión y actualización de los planes de gestión de la anguila europea, para asegurar el escape de los ejemplares reproductores. Asimismo, desde un punto de vista social, creen fundamental que las medidas de recuperación y cierre o restricción de pesquerías se vean acompañadas por un programa de transición y apoyo socioeconómico, destinado a los sectores más dependientes de esta especie.

En este sentido, WWF y ANSE piden a la Comisión que no retrase más la publicación de la propuesta de la ley europea para restaurar la naturaleza y mantenga su ambición original. Esta ley marcará los objetivos y criterios para restaurar hábitats en situación desfavorable de conservación, tanto marinos, como de agua dulces y terrestres, esenciales para la supervivencia de la anguila europea.

El proyecto Pesca artesanal para la gestión de humedales costeros y especies de interés pesquero ha sido puesto en marcha por ANSE y cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, cofinanciado por el FEMP (Fondo Europeo Marítimo y de Pesca). Este proyecto, que comenzó en enero, pretende dar continuidad a iniciativas anteriores de seguimiento y la cogestión pesquera que pusieron el foco en la Anguila europea durante los proyectos Seguimiento de la anguila en gestión de las pesquerías en la Red Natura 2000 y GePesAng. Además, este proyecto pretende determinar con mayor precisión amenazas que la anguila y otras especies pesqueras encuentran en los humedales litorales del Sureste Ibérico y hacer frente a las mismas, integrando al sector pesquero en las medidas de gestión.

El proyecto cuenta con la colaboración de Riegos de Levante, WWF-España, el Grupo de Investigación Biología y Conservación Vertebrados Acuáticos del Departamento de Zoología de la Universidad de Murcia, el Marine and Environmental Sciences Centre (MARE) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa, la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), el Grupo de Acción Local de Pesca y Acuicultura de la Región de Murcia (GALPEMUR) y con el apoyo de Servicio de Pesca y Acuicultura de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente de la Región de Murcia y del Parque Natural El Hondo.

2022-06-02

  • Detalle de anguila. Imagen: Javier Ferrer / ANSE
  • Suelta en el Mar Menor de anguilas marcadas. Imagen: ANSE
    Suelta en el Mar Menor de anguilas marcadas. Imagen: ANSE.
  • Anguila marcada por ANSE en el Mar Menor. Imagen: ANSE
    Anguila marcada por ANSE en el Mar Menor. Imagen: ANSE.