"La mayoría de las veces que se escriben libros sobre lobos se habla de su biología y ecología, pero nunca de otra parte muy importante, necesaria para que podamos conocer un poco más la vida de la especie; por eso hemos hecho un capítulo sobre su anatomía que nos sirve para conocer su esqueleto, sus sentidos, su musculatura, su pelaje, etc., fundamental para tener una visión global del animal", destaca sobre el libro 'Lobos ibéricos' uno de sus autores, Ángel Javier España.

'Lobos ibéricos' es una obra integral sobre la especie dividida en dos impresionantes tomos, subtitulados respectivamente 'Anatomía, ecología y conservación' e 'Indicios de presencia'. Son libros muy didácticos, para todos los públicos, de fácil lectura y con gran cantidad de fotografías y esquemas espectaculares "no publicados hasta ahora en ninguna otra obra", recalca España. Los dos volúmenes, de 23 capítulos el primero y ocho el segundo, se venden juntos ya que se complementan entre sí.

Escrito 'a seis manos' junto a Ángel Iglesias y José España, el texto incluye "una serie de capítulos que consideramos determinantes, novedosos y distintos a lo publicado hasta ahora sobre el lobo en España, por eso marcan la diferencia. Además, destacan sobre el resto de capítulos y dan gran valor al libro. Un ejemplo es aquél donde aparece la opinión de once expertos internacionales sobre la especie, entre ellos el doctor David Mech, uno de los mayores especialistas de lobo del mundo. Otro capítulo fundamental es el que hemos titulado 'El conflicto lobo-ganado', en el que hablamos de las lobadas, qué soluciones pueden tomar los ganaderos para evitarlas, y damos voz, a través de tres entrevistas, a distintos ganaderos de Salamanca y Ávila. En otro apartado hablamos de educación ambiental y el lobo, ya que de las generaciones futuras dependerá su conservación", relata con entusiasmo el naturalista.

A todo ello añade como "fundamental" la cultura lobera y su relación con el ser humano, recogida también en otro capítulo del primer tomo de la obra, que tiene en total 530 páginas.

Para la terna de autores, "la gran estrella del libro, por llamarlo así", es el tomo 2, dedicado a los indicios de presencia, ya que, según cuenta España, "lo que nos ha enseñado la experiencia es que ver un lobo en libertad es muy complicado; pero lo que sí es factible encontrar y observar con unos conocimientos básicos son los rastros o indicios que el lobo deja en sus andanzas y quehaceres diarios. Porque un conocimiento correcto de los indicios del lobo, unido al estudio de su etología, son fundamentales para realizar estudios y censos sobre la especie". Así, este segundo volumen, junto a todos los aspectos tratados en el primero, ayudará a "tener una visión global de toda la bioetología del lobo ibérico, así como ayudar a su gestión y conservación", expone.

El autor defiende asimismo que con estos libros, el lector se puede convertir en un entendido en lobos, al menos en cuanto a conocimientos teóricos: "Estos dos libros sobre lobos ibéricos son como una enciclopedia de la especie. Hemos querido hablar y plasmar sobre todos los aspectos que rodean al lobo. No creo que exista otra publicación donde se traten tantos temas como en estos dos libros. Hay mucha información y muy completa". Ahora bien, advierte, "la experiencia y el trabajo en el hábitat del lobo son los que te dan el conocimiento sobre la especie. Hay que salir al monte, pasear, mirar al suelo, buscar indicios de presencia, agacharte al ver una huella, pensar qué animal ha pasado por allí, hacia donde se marchó, etc. El campo a veces es mejor que un 'kinder sorpresa', -es verdad, la gente se ríe cuando lo digo-, porque nunca sabes lo que te vas a encontrar y eso es lo bonito, lo ilusionante. Tenemos que salir más al campo, es la única manera de respetarlo y cuidarlo", anima.

Y es que España no deja de salir en busca del lobo ni después de culminar una obra como ésta. "Los lobos son mi pasión". Son "magia, emoción, belleza, misterio y mucha sabiduría. Se aprende mucho de los lobos. Son unos supervivientes natos, con toda la caña que les hemos dado a lo largo de la historia, lo mal que los hemos tratado, y han conseguido sobrevivir. Cada mañana que me levanto temprano y voy hacia el lugar de la espera para intentar observarlos, siento todavía como mariposas en el estómago, es una pasada", y añade: "para mí es un animal con un alto valor ecológico y emocional, de hecho me dicen que estoy 'enlobado', como loco por el lobo. Y eso que mis abuelos siempre han tenido ganado en el pueblo y el lobo les mató alguna que otra oveja y también terneros. Eso es duro vivirlo, pero lejos de odiar al lobo, ahora me dedico a estudiarlo y protegerlo".

De hecho, estos días está trabajando, junto con Isabel Barja, investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, en un estudio pionero sobre la alimentación del lobo ibérico en el Parque Nacional de Guadarrama. "Salgo mucho al campo y cada día se aprende algo nuevo sobre el lobo. Sobre todo observándolo a través del telescopio en las esperas a larga distancia, viendo su comportamiento, sus gestos, cómo cuida a las crías, cómo las protegen..., se parecen mucho a nosotros. Pero lo que más me gusta y apasiona son sus rastros, sus indicios de presencia, y sobre todo el investigar y el interpretar esos rastros. Cuando encuentro un excremento, unas rascaduras o restos de comida, se me va el tiempo intentando reconstruir la escena, imaginándome cómo el lobo dejó ese indicio y por qué justo en ese sitio. Muchas mañanas, durante las esperas, me voy del campo sin ver un lobo, pero luego, al hacer el recorrido buscando indicios, encuentro sus excrementos y sé que está por allí, sé que está cerca, porque lo que digo siempre: “¡¡¡donde hay caca, hay culo!!!", ríe.

No es de extrañar que para España, la decisión del Tribunal Supremo de prohibir la caza del lobo en Castilla y León "es una muy buena noticia, y si un tribunal ha anulado su caza será porque estaba mal desarrollado ese Plan de Gestión que la permitía. El lobo es especie protegida al sur del río Duero, no se puede cazar. Como sabemos, los lobos viven en grupos, si una Administración da permiso para matar un lobo de un grupo reproductor el daño que puede causar a ese grupo es incalculable, ya que pueden matar a la hembra o al macho reproductor, lo que provoca una desestabilización del grupo de lobos. Ya mueren demasiados lobos por otras causas como destrucción de su hábitat, incendios, venenos, atropellos, etc.", lamenta.

Son algunas amenazas que sufre el lobo ibérico (Canis lupus signatus), una subespecie de lobo endémica de la península Ibérica que, por su evolución en esta particular geografía y su contacto con el ser humano, ha desarrollado una serie de singularidades que Ángel Javier España conoce muy bien. Ahora, todo su conocimiento y el de sus compañeros coautores se puede leer en este libro doble. Por sus páginas se asoman aspectos como la alimentación y técnicas de caza, la reproducción, las especies que conviven en su territorio, su función biológica, la dinámica de poblaciones o la legislación actual, además de, cómo no, la anatomía y sus rastros, entre otras muchas más consideraciones. En definitiva, un libro integral en el que el lobo ibérico es el protagonista, y cuya vida y peculiaridades se desglosan en dos completos tomos que despliegan una visión global de la especie.

NOTA: Su precio es de 64 euros y se puede pedir directamente a través del correo electrónico lobero@yahoo.com. Junto a los dos tomos, el pedido incluye una regla con las 16 huellas de los 16 carnívoros de regalo y gastos de envío gratis. Además, si el comprador indica que ha sabido del libro por esta entrevista, tendrá un 10% de descuento sobre el precio, es decir, serían 57 euros.

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Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2019-01-04