El proyecto LIFE SWIPE, coordinado por la ONG WWF y que hoy se ha presentado, es una herramienta para fortalecer la lucha contra los crímenes ambientales en toda Europa, a la que han sumado sus fuerzas once países del continente para reducir los delitos contra la especies silvestres, según informa en una nota de prensa la entidad conservacionista.

El proyecto tiene los objetivos de prevenir, detectar y reducir delitos como el uso del veneno, el furtivismo y el tráfico ilegal de especies. Se implementará durante tres años en España, Bulgaria, Rumanía, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovaquia, Hungría, Italia, Ucrania y Polonia.

Con este trabajo conjunto se pretende aumentar el número de casos detectados, enjuiciados y condenados posteriormente con una sanción penal. Todo ello gracias a la mejora de la coordinación, la formación y la cooperación transfronteriza entre países. La iniciativa supondrá la puesta en marcha de medidas imprescindibles, como el intercambio de experiencias, la recopilación de información y una mayor comunicación de esta grave amenaza para nuestra riqueza natural.

Los delitos contra la fauna salvaje tienen importantes consecuencias en la conservación de la biodiversidad, especialmente cuando afectan a especies amenazadas. "A pesar de que en algunos ámbitos se sigan considerando delitos menores, la realidad indica que el el uso de veneno, la caza y pesca ilegales o el tráfico de especies suponen un grave riesgo para estas especies", subrayan desde WWF. Además, muchos de estos delitos ocurren a escala internacional y su magnitud a menudo se subestima.

De hecho, el tráfico ilegal de especies constituye la cuarta actividad criminal organizada, por detrás de la trata de personas y del tráfico de drogas y de armas, según la Interpol. Los últimos estudios indican el efecto devastador de estos delitos: solo el comercio de especies amenazadas provoca reducciones en la poblaciones que llegan al 76% a nivel internacional.

La nota detalla que en España, a pesar de que hay escasos datos publicados sobre algunos tipos de delitos contra la flora y la fauna, sí se ha avanzado mucho fundamentalmente en el conocimiento y en la lucha contra el uso del veneno. Según datos del informe del veneno en España publicado en 2020 por SEO/BirdLife y WWF, se sabe que entre 1992 y 2017 se encontraron envenenados más de 21.000 animales, cantidad que se estima que representa solo el 10% del total (que podría estar realmente en más de 200.000 animales envenenados). Para otro tipo de delitos contra la fauna, como los disparos a especies protegidas o el empleo de métodos prohibidos de captura (uso de cepos y lazos ilegales) no se tienen datos precisos, pero sí se está observando una tendencia al alza. Por ejemplo, se estima que en el Mediterráneo mueren por efecto de la caza ilegal 26 millones de aves al año.

Por esta razón, consciente del impacto, la UE ha puesto en marcha distintas iniciativas entre las que destaca la aprobación del LIFE SWiPE. Este innovador proyecto unirá los esfuerzos de once países mediante acciones de cooperación transfronteriza, de comunicación y de formación e intercambio de experiencias. Contará así con la implicación de los agentes clave de la cadena de lucha contra el crimen ambiental -en el caso de España, los agentes de medio ambiente, Seprona, aduanas, fiscales, abogados, jueces, etc.-. Todo ello con el objetivo último de mejorar la detección, investigación y persecución de estos crímenes, así como las condenas de los culpables.

En el marco del proyecto, el ejemplo y la experiencia española son muy relevantes. La ONG destaca que España dispone de equipos multidisciplinares muy eficaces en la detección y persecución de algunos de estos delitos, como el veneno. Asimismo, se ha avanzado mucho en las últimas décadas, según indica el aumento de casos detectados y el número de sentencias ejemplarizantes en estos casos.

De hecho, sólo en nuestro país se han producido más sanciones por veneno que en todo el resto de países europeos juntos. En parte, gracias a estos resultados, el uso de veneno en el campo se ha reducido en los últimos años, aunque sigue siendo importante.

Según Gema Rodríguez, Responsable del Programa de Especies de WWF España, “gracias al proyecto SWIPE, desde WWF España, y en colaboración con agentes clave en la lucha contra el crimen ambiental, podremos exportar la experiencia y avances conseguidos hasta la fecha a otros países europeos y avanzar en la lucha contra este tipo de delitos que en España aún se han abordado tanto como el veneno”.

El proyecto SWiPE, financiado por el programa LIFE de la CE, está coordinado por WWF Bulgaria, con la participación de otras nueve oficinas nacionales y regionales de WWF, además de otras organizaciones destacadas en la lucha contra los delitos contra la biodiversidad, como FFI, Traffic y la Academia Judicial y la Oficina de la Abogacía de la República de Croacia.

2021-05-27

  • Patrulla especializada en detección de venenos. Imagen: @UNIVE Toledo / WWF
    Patrulla especializada en detección de venenos. Imagen: @UNIVE Toledo / WWF.