El entorno de la Rueda de La Ñora, caracterizado por este Bien de Interés Cultural, se constituirá en un monumento a la Huerta de 4.500 m2 de espacios verdes y peatonales, en un gran proyecto que engloba la integración de las acequias de Churra La Vieja y Alfatego, que se incorporarán en sendas verdes por las que las familias murcianas podrán caminar, así como la creación de cinco jardines con especies autóctonas de ribera, según informa el Ayuntamiento en una nota de prensa.

El alcalde de Murcia, José Ballesta, junto al concejal de Desarrollo Sostenible y Huerta, Antonio Navarro, han presentado esta mañana esta iniciativa que supone también la creación de un área de reserva arqueológica, la recuperación del acueducto, la mejora de la visibilidad del monumento y más espacio para el peatón, con la eliminación de un carril de circulación y la ampliación de las aceras.

“Hace aproximadamente cuatro años pusimos en marcha el Plan de Acción de la Huerta con el objetivo de poner en valor el legado más importante que tenemos los murcianos: la Huerta de Murcia, nuestro legado histórico, cultural y ecológico más valioso, que forma parte de nuestra identidad colectiva”, destaca Ballesta, quien añade que “con este plan hemos realizado distintas actuaciones medioambientales y patrimoniales, como la recuperación de los Molinos del Amor, el Batán y La Pólvora”.

Durante la presentación, el regidor murciano apuntó que “con el proyecto que hoy presentamos la Huerta de Murcia recuperará otro de los elementos más importantes de su patrimonio, el entorno de la Rueda de La Ñora, una joya patrimonial declarada BIC”.

En este entorno discurren dos acequias a partir de la acequia Mayor de La Aljufía –la de la Churra La Vieja y la de Alfatego–, las cuales van a ser integradas en sendas verdes por las que las familias murcianas podrán caminar y disfrutar de un entorno natural. Entre las actuaciones que se van a llevar a cabo destaca la creación de cauces abiertos sobre dichas acequias, que pasan por debajo del ámbito de intervención y que actualmente permanecen ocultas; espacios en los que además se habilitarán taludes vegetales con especies de ribera. Asimismo, se van a colocar dos monolitos de mármol en homenaje a las acequias de Churra la Vieja y la Alfatego al inicio de cada una de ellas.

Además, los trabajos supondrán la reestructuración del espacio de este entorno –de la calzada, aceras y zonas ajardinadas–, mejorando la calidad urbana y paisajística.

Nueva área arqueológica

El proyecto, que ya está redactado, tiene ocho meses de ejecución y se encuentra en proceso de contratación, y supondrá la creación de una nueva área arqueológica que será posible gracias a la ampliación del jardín paralelo al acueducto, alejándolo de las edificaciones y tapias. Al distribuir el espacio de esta manera, se creará un área de reserva arqueológica que posibilite la realización de excavaciones para conocer la parte de la Rueda que se encuentra enterrada.

Los espacios verdes constituyen una parte principal de este proyecto, con el que se habilitarán cinco jardines con carácter propio y vegetación autóctona. Al respecto, la nota detalla que "se ha realizado un estudio minucioso de especies apropiadas para cada uno de los cinco jardines, con las cuales se lograrán las particularidades que cada uno requieren, empleando exclusivamente especies vegetales locales".

Uno de los jardines será etnobotánico y de forma triangular, que estará ubicado entre la margen derecha de la acequia destapada de Alfatego y la acera de la calle Rueda, convirtiéndose en una nueva área de descanso. Asimismo, sobre el tramo en el que se va a mantener entubada la acequia de Churra La Vieja se realizarán tareas de jardinería, acondicionando un nuevo sendero con vegetación autóctona de ribera.

Este entrono dispondrá de una plaza central donde se plantarán almeces de gran porte y se creará una grada escalonada, que servirá a su vez de mirador. También se va a revisar el estado del pino carrasco monumental que se encuentra junto a la Rueda y se va a habilitar un paseo peatonal arbolado que conecte la pedanía con este entorno, con un parterre lineal arbolado que dará sombra a dicho paseo.

La Rueda de La Ñora fue declarada BIC en 1982 y es uno de los símbolos de la Huerta de Murcia. En concreto, tiene un diámetro de 10 metros y fue construida en 1936, reemplazando a otra más antigua confeccionada en madera –sus orígenes se remontan al siglo XV–. El acueducto que acompaña a la noria tiene una longitud de unos 220 metros, variando entre los 7 y 9 metros su altura.

El Ayuntamiento trabaja en la creación de rutas turísticas para recorrer a pie y en bicicleta que discurren por la Huerta de Murcia y que ponen en valor los lugares históricos y rincones de este entorno, activando la capacidad que tiene este territorio para ser descubierto por visitantes y vecinos.

Dichas rutas recorren un paisaje caracterizado por los lugares históricos y rincones de gran valor que alberga, algunos de ellos especialmente propicios para realizar paradas, a modo de áreas de descanso, visita de monumentos, etc. En este sentido, la Rueda de La Ñora y su entorno se han convertido en una parada clave integrada en las rutas de la Huerta.

Molinos del Amor, del Batán y de la Pólvora

Esta actuación forma parte del Plan de Acción de la Huerta de Murcia, la iniciativa medioambiental y sociocultural más importante de las últimas décadas, que ofrece una visión vertebradora de todo el municipio, conectando las pedanías murcianas, con el centro histórico y el río.

Dentro del eje de recuperación patrimonial, el Ayuntamiento también ha recuperado el entorno del Molino de Batán, en el Camino Viejo de Monteagudo (Zarandona), una actuación que incluye la rehabilitación de la base del Torreón Árabe de los siglos XII-XIII, declarado Bien de Interés Cultural, y del puente del siglo XVIII sobre el Azarbe Mayor.

Asimismo, el Consistorio ha recuperado el Molino del Amor, de titularidad municipal, que se encuentra al final del Paseo del Malecón, junto a la Carretera de La Ñora, en los límites entre La Arboleja y La Albatalía, sobre la acequia Mayor de Aljufia, y se trata de una construcción catalogada, datada en el Siglo XVIII aunque, como en otros casos en la Huerta, probablemente se construyera sobre un molino medieval anterior.

Recientemente el Ayuntamiento también ha recuperado los vestigios del Molino de la Pólvora, ubicado en el paraje de Los Canalaos, donde pueden contemplarse desde un nuevo mirador adecuado sobre el cauce de la Alcequia Mayor Aljufía –una de las dos acequias mayores que vertebran la red de riego tradicional de la Huerta de Murcia, tomando sus aguas del río Segura–. El origen del Molino de la Pólvora se remonta a las primeras décadas del siglo XVIII, al que le precedió un molino harinero.

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2020-08-06

  • Imagen: Ayto. de Murcia
    Imagen: Ayto. de Murcia.