Una nueva orquídea para el PR de la Sierra de la Pila


Neotinea maculata hallada en la Sierra de la Pila, exhibiendo las manchas típicas en sus hojas.

¿Pero vamos a pájaros o a orquídeas? En las salidas senderistas no siempre se alcanza un consenso, y hay quien aguanta hasta la puesta del sol para escuchar el ulular de tres cárabos machos, y hay quien avanza mirando al suelo, silencioso, cabizbajo, escudriñando los bordes del camino, deteniéndose aquí, levantando las piedras con la punta del pie allá, y entre acículas y astillas descubre dos mínimas hojas de un verde intenso. Se agacha, ladea la cabeza, acaricia la incipiente planta y dice muy quedamente: «Me parece que es una orquídea». Y añade: «no se ha visto nunca aquí». Éste es Francisco Contreras, y no es la primera vez que regala a la ciencia un descubrimiento botánico.

En esta época del año, la Región de Murcia y la comunidad andaluza ‘compiten’ por ver quién localiza a la primera orquídea de la temporada (en el resto de España surgen notoriamente más tarde). Es como el ‘campanu’, el salmón asturiano, pero en el mundo vegetal y sin premio. Hace ya varias fechas que se anunciaron los primeros avistamientos. Pero aquí, lo importante no es la premura, sino la especie y el lugar: se trata de la primera cita de Neotinea maculata en el Parque Regional de la Sierra de La Pila, en el oriente de la Región de Murcia.

Neotinea maculata es pequeña, de unos 20-30 centímetros de altura, de mínimas flores blancas y rosa pálido que aparecerán en espiga allá por el mes de abril. Está bien extendida por toda la Península, siendo menos frecuente más al norte. En la Región se sabe que vive en Moratalla, Cehegín, Altiplano y Sierra Espuña, en general con escasos efectivos y con una distribución mal conocida.

Contreras es precavido, sabe que hay que asegurarse de la identificación. El primer paso es revisar sus libros y ver que no aparece. Pero puede haber tenido lugar alguna actualización. Así que hay que comunicar el hallazgo al forestal, quien confirma que no había citas previas de esta especie en el Parque. También informa a José Antonio López Espinosa, botánico experto en estas flores. Y llega la confirmación: sí, lo es; sí, lo es…

«Descubrir una orquídea es como un premio» dice Contreras. «Ir a buscarlas a un lugar donde hay tomillo, romero o lo que fuera es el viaje a un descubrimiento. Son tan especiales que a veces las ves un año y luego no las encuentras más». Recuerda su primera visión de una orquídea, la abejera (Ophrys tenthredinifera), cayendo en la trampa y confundiendo a la flor con un abejorro; orquídeas raras como la Epipactis kleinii en el río Alhárabe, o la peculiar Limodorum abortivum en Sierra Espuña, la orquídea piramidal que vio en Riópar Viejo, la bella espejo de Venus con su iridiscencia azulada, la amarilla Ophrys lutea, o un hermoso campo plagado de Orchis papilionacea rosas entre los tomillos en Los Belones…

OTROS HALLAZGOS DE FRANCISCO CONTRERAS

Francisco Contreras es, además de técnico en ofimática, gran conocedor de la flora regional y tiene un ojo especial para las orquídeas, gracias al cual ha podido aportar varios descubrimientos notorios. Así, en el pasado facilitó la identificación, a partir de una fotografía que le mostró un conocido, de un raro ejemplar hipocromático (de flores anormalmente blancas) de otra orquídea, la Orchis collina, en La Naveta del Parque Regional El Valle, en el municipio de Murcia. El mismo procedimiento le ocurrió con la orquídea mariposa, la Orchis papilionacea, en la extraña ubicación del Rincón de Los Huertos, ya que es más una especie de costa; mientras que localizó a Orchis purpurea en el Carrascal de Bajil, ambos en Moratalla.

     «La naturaleza siempre me ha gustado, desde que era crío. Me dediqué a la informática y me alejé un poco de eso, pero volví al senderismo y, estando en la montaña, me daba rabia no conocer el nombre de las plantas. Con el tiempo llegó a mi vida el voluntariado de flora mediterránea del grupo Lafuentea y fue reencontrarme con las plantas, empiezas a aprender y te terminas convirtiendo en un aficionado con cierto conocimiento. Estar en el monte y reconocer las plantas es casi como estar con amigos y conocer sus nombres, no vas a ciegas. De la naturaleza me encanta todo pero lo que más me atrae es la flora», relata con entusiasmo.

Pero a pesar de tener la vista acostumbrada a todas estas especies -ha podido contemplar a la mayoría de ellas-, era la primera vez que veía ésta en concreto.

Sin embargo, la descubierta ayer en La Pila, en tierras de Abarán, es ciertamente de las pocas especies murcianas que se puede identificar por sólo sus hojas cuando éstas presentan sus máculas tan características. «Cuando vi esa hoja tan específica, lo primero que pensé es que era una orquídea», dice.

Y allí estaban, mínimo dos ejemplares, acaso tres, con una ubicación en la umbría norte de La Pila, en el borde izquierdo del camino pero protegida por el bosque de pinos, lo que contribuía a reafirmarse en su idea.

«En sotobosque y con manchas, en Murcia no hay ninguna otra especie de orquídea ni de otra planta», sostiene José Antonio López Espinosa, quien confirma que se trata de «una cita muy notable, casi con toda seguridad primera referencia para la sierra», y «muy interesante además porque en la zona oriental de la Región de Murcia apenas hay citas».

Quizá sea porque es una especie que pasa muy desapercibida. Su escaso porte, el pequeño tamaño de sus flores (de apenas cuatro milímetros) con la dificultad añadida de que hay años en los que no florece bien, su colorido discreto, la ausencia ocasional de las visibles manchas de las hojas -ya que no siempre las presentan, como ocurre en individuos de Sierra Espuña- o su ubicación en el sotobosque hace que este hallazgo cobre mayor relevancia. «Es una planta que se ve poco», concluye el botánico, después de recordar que no hay casi pliegos de ella en el herbario regional.

De hecho, a la misma causa puede deberse que su presencia sea, en general, bastante puntual en toda la Región, salvo en la Sierra de Burete de Cehegín, donde hay bastantes rodales con numerosos individuos, y, tiempo atrás, en Espuña.

López Espinosa es coautor del libro Orquídeas silvestres de la Región de Murcia (2007), además de Nueva Flora de Murcia, Plantas Vasculares (2003 y 2007) y del Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España (2004), entre otras publicaciones. Según su base de datos y otras que ha consultado, no estaba citada en la Sierra de la Pila. «Existe un vacío importante de datos en esa zona, ya que no se conoce tampoco en la Sierra de Ricote o en la Sierra del Carche, en cuyos sotobosques sería probable», aventura. Donde sí hay una referencia reciente es en la Sierra de Salinas, que compartimos con la vecina provincia valenciana, concretamente en el libro Guía de las Orquídeas de la Comunidat Valenciana.

Para el experto, el vacío informativo se extiende también por la mitad oriental de la Región de Murcia, pero no sólo en lo que se refiere a esta especie, sino que se amplía también a otras orquídeas de sotobosque.

En la sierra de la Pila crece también ‘la reina de las nieves’, la Epipactis cardina, una especie muy interesante y que goza de protección especial, dice López Espinosa, junto a Orchis olbiensis, dispersada entre las carrascas, y las más comunes y termófilas Ophrys fusca, tenthredinifera y speculum.

El nuevo hallazgo incrementa el listado florístico de este espacio natural con una familia poco común y evidencia que el pinar que lo acoge está bien establecido y es más maduro. De hecho, el biólogo defiende en su libro -que Contreras se sabe de arriba a abajo- que «por tratarse de un taxón relativamente raro en la Región y definitorio de sotobosques maduros en buen estado, merecería su inclusión en la categoria 'De interés especial' dentro del Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia».

Y además de reforzar la biodiversidad, viene a sumarse a los valores tectónicos, paleontológicos y culturales del magnífico territorio del Parque Regional de la Sierra de la Pila, situado, con sus cerca de 8.836 hectáreas, entre los términos municipales de Jumilla, Abarán, Blanca, Molina de Segura y Fortuna, y refugio de numerosos endemismos exclusivos.


Imagen de otro de los ejemplares encontrados. Arriba a la derecha, Francisco Contreras en una de sus rutas de senderismo. Abajo, en la salida ayer, en la que se localizó la nueva orquídea en la Sierra de la Pila.

(NOTA: imagen de la orquídea en flor es de  Hans Hillewaert, extraída de Wikipedia, con licencia creative Commons)

Otras orquídeas: Ophrys fusca y Ophrys tenthredinifera (orquídea abejera).

  

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.