La asociación conservacionista WWF aspira a que se produzca "un cambio total en la gestión del agua en España" y para ello pide "al gobierno y a todos los partidos políticos que planteen otro modelo de gestión, que aplique plenamente las normativa Europea –Directiva Marco del Agua- de modo que se asegure el buen estado de nuestros ríos, humedales y acuíferos", según indica la entidad en una nota de prensa.

Para ello, consideran imprescindible adaptar el uso del agua a los recursos realmente disponibles, renunciando a incrementar la superficie de regadío, revisando concesiones y cerrando pozos ilegales, aplicar el principio de “quien contamina -o malgasta- paga” y empezar a invertir en la restauración de la naturaleza.

La entidad entiende que las sequías y las inundaciones serán cada vez más frecuente e intensas, y asegura que "si seguimos actuando como hasta ahora, los riesgos y los problemas relacionados con el agua serán más difíciles de afrontar en el futuro. Cada vez tenemos menos agua disponible, y las consecuencias de esta disminución en los recursos hídricos ya las sentimos a nivel local, nacional, regional y global". Al respecto, recuerdan el informe 'Making every drop count' del Banco Mundial y Naciones Unidas, según el cual, dicen, "no nos podemos permitir el lujo de asumir que tenemos asegurada el agua para todo y para todos".

Eva Hernández, responsable del Programa de Aguas y Alimento de WWF España afirma que “en estos momentos en que el agua ha pasado a un primer plano político, reclamamos a todos los partidos una visión de futuro innovadora, reinventar el modelo de desarrollo de España, con una nueva política agraria, energética y del agua que no se basen en la sobreexplotación de los recursos y la degradación de las fuentes de agua”.

WWF lamenta que "en el camino recorrido hasta ahora, la gran perdedora ha sido la naturaleza". Señalan que en España se ha optado por construir más de 1.200 grandes presas en nuestros ríos, unos de los más regulados del planeta, para cumplir con las expectativas, así como que se han modificado los flujos naturales reduciendo los caudales al mínimo y se ha profundizado cada vez más los acuíferos para responder a unas demandas que no paran de crecer –los planes hidrológicos prevén 700.000 hectáreas nuevas de regadío-. "Pero esta regulación del ciclo natural del agua ha tenido un coste muy alto en términos de capital natural y servicios de los ecosistemas que no nos podemos permitir" y, entre otros problemas, destaca que más del 40% de los ríos y humedales de España están en mal estado, y que ya hay casi 90 acuíferos oficialmente sobreexplotados.

"El futuro se parece muy poco al pasado y las soluciones basadas únicamente en aumentar la oferta, como hemos podido comprobar durante estos últimos meses de sequía, no van a resolver todos nuestros problemas relacionados con el agua", advierten desde la ONG. Defienden que los ecosistemas acuáticos en buen estado son la garantía para tener recursos hídricos en cantidad y calidad suficiente para para la naturaleza y la sociedad y añaden que existen alternativas basadas en el funcionamiento natural de los ecosistemas que pueden dar respuesta a muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos. "Recuperar el espacio natural de los ríos o restaurar los humedales son medidas que favorecen el equilibrio natural del ciclo del agua y una forma para avanzar hacía el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estamos a tiempo de convertir la Agenda 2030 en una realidad en el que el desarrollo respete los límites del planeta", señala el texto emitido con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua, celebrado ayer.

2018-03-23

  • Flamencos rosas. © Jorge Sierra/WWF
    Flamencos rosas. © Jorge Sierra/WWF.