Un informe recientemente publicado por Ecologistas en Acción (EeA) analiza los impactos que tienen las actividades humanas sobre las especies de cetáceos más comunes en aguas españolas y propone una serie de medidas a las administraciones públicas para mitigar o limitar estas interacciones negativas, según una nota de prensa de la ONG.

El trabajo describe las diferentes especies y poblaciones de cetáceos, ya sean residentes o que aparezcan de forma ocasional en aguas españolas, y señala la variedad de actividades antropogénicas que pueden suponer un riesgo para la supervivencia de estas especies, al tiempo que analiza las mayores afecciones para cada especie en cada zona. En concreto, detalla la situación de las 16 especies de cetáceos más comunes en nuestras aguas y las principales actividades humanas que les afectan, como la pesca, tráfico marítimo, ruido submarino, delfinarios, contaminación o las basuras marinas.

Una de las principales interacciones, negativa para ambas partes, tiene lugar entre la pesca y los cetáceos. Por un lado, la presencia de ballenas, delfines y otras especies de mamíferos entorpece las tareas de pesca, ya que se comen el pescado y pueden romper las redes al hacerlo. Para los cetáceos, la pesca, que supone un alimento de fácil acceso, puede llevar a desestructurar las poblaciones, ya que la jerarquía dentro del grupo se establece durante la caza. Ana Aldarias, portavoz de EeA, explica cómo hoy en día hay mecanismos que pueden solucionar este problema: "Los dispositivos de hostigamiento acústico son un ejemplo. Estos dispositivos funcionan emitiendo una señal acústica que ahuyenta a las poblaciones de cetáceos impidiendo que se acerquen y rompan el arte para alimentarse".

El informe, titulado ’Cetáceos: los mamíferos más salaos’, analiza otros impactos, como los derivados del tráfico marítimo, el turismo de avistamiento, las prospecciones marinas, la investigación, la contaminación, el cambio climático y las basuras marinas. Sin olvidar los 12 delfinarios que hay en España y que suponen que 113 cetáceos vivan en cautividad. Aldarias afirma al respecto que "no podemos permitir la cría en cautividad de estos animales cuyos supuestos beneficios para la conservación, investigación y educación chocan frontalmente con las mínimas consideraciones éticas".

Ecologistas en Acción hace hincapié en que son muchos los impactos sobre las poblaciones de cetáceos derivados de la actividad humana y que es posible reducirlos. Por este motivo, el informe reclama una serie de medidas a las administraciones públicas para mitigar o limitar estas interacciones negativas, entre ellas aumentar la investigación en este campo, incorporar el principio de precaución a la hora de introducir nuevas actividades en el medio marino o frenar las prospecciones en el mar.

2017-09-28