El atún rojo del Atlántico, el gran depredador marino, se enfrenta a una nueva amenaza provocada por la posibilidad de que se abra la mano a un aumento drástico en la captura total permitida de la especie en el Atlántico Este y en el Mediterráneo, posibilidad que se discutirá la próxima semana en Marruecos. Ante este hecho, WWF advierte de que "podríamos perder la batalla tras diez años de recuperación", según señala la entidad en una nota de prensa.

Según apunta WWF, el comité científico de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) -organismo que tiene el mandato de supervisar y gestionar de forma sostenible las poblaciones de atunes y especies afines en el Atlántico y el Mediterráneo- ha sugerido "un aumento en la captura total permitida de hasta 36.000 toneladas para 2020 (más del doble de la cuota de 2015), mientras que al mismo tiempo mantiene que el stock aún no se ha recuperado. Los mismos científicos también están advirtiendo de que este nivel de captura podría disminuir la población de atún rojo en los próximos años".

A ello se suma que la Unión Europea propone interrumpir el plan de recuperación del atún rojo del Atlántico, adoptado en 2007 y que se supone finalizará en 2022, para realizar cambios en las medidas técnicas de gestión. Al mismo tiempo, algunos operadores europeos proponen reintroducir el uso de aviones con el fin de detectar bancos de atún rojo para ampliar la temporada de pesca. "Sin embargo, esta práctica está prohibida desde 2007 porque favorece el desarrollo de pesquerías ilegales e incontroladas", recuerdan desde WWF.

"El stock de atún rojo aún no está listo para soportar un aumento tan rápido en las capturas y sufriría a causa de una gestión menos estricta. Nos llevó más de diez años devolver el atún rojo a nuestros mares y no podemos arriesgarnos a sobreexplotarlo de nuevo por un beneficio a corto plazo", señala Raúl García, coordinador de pesquerías de WWF.

Y es que la pesquería milenaria de atún rojo en el Mediterráneo entró en una fase de rápido e intenso deterioro en la última década del siglo XX cuando la nueva práctica de cultivar túnidos silvestres se multiplicó sin control para alimentar principalmente al mercado japonés de sushi. "Esto generó una espiral de sobrepesca perversa, con enormes niveles de pesca ilegal", describe la organización conservacionista, que defiende que fueron los primeros en advertir sobre esta nueva amenaza y desde 2001 han liderado una campaña internacional para evitar el colapso de la población de atún rojo. En 2007, el ICCAT adoptó un plan de recuperación para la especie que estableció varias medidas de gestión, entre las que se incluyen las capturas permitidas, duración de la temporada de pesca, tamaño mínimo, gestión de la captura accidental y la pesca recreativa. También define medidas relacionadas con la vigilancia y el control, la notificación de operaciones de captura, jaulas y transferencias.

"Las medidas adoptadas para la recuperación de la especie están generando resultados muy positivos, ya que el atún rojo no se está sobreexplotando. Instamos a los gobiernos a aprovechar este éxito siendo cautos y a esperar a la confirmación de la plena recuperación de la población", agrega García.

WWF recomienda una cuota de 28.000 toneladas para 2020 con el objetivo de permitir que la población continúe creciendo y exige que se continúe con el plan de recuperación hasta que los científicos declaren recuperada la población. Además, la organización pide que las naciones asignen cuotas más altas a la pesca en pequeña escala, que ha estado casi excluida del acceso al recurso durante los últimos diez años, siempre que se garanticen los estándares actuales de seguimiento y control.

WWF también advierte sobre los impactos desconocidos de la pesca ilegal, que se sospecha sigue siendo frecuente en el Mediterráneo.

"Recuperar el stock de atún rojo fue un gran desafío. Tenemos que aprender del pasado y ser pacientes hasta que los científicos puedan confirmar la plena recuperación por completo. Esto debería suceder pronto, si seguimos aplicando las mejores prácticas", concluye Raúl García.

2017-11-12