La presencia, de nuevo, de "miles de lechugas sin recoger sobre los acuíferos sobreexplotados" del Altiplano murciano ha llevado a la Plataforma Ciudadana Salvemos el Arabí y Comarca a denunciar este nuevo abandono masivo, que se produce además "en la misma finca en la que el Tribunal Supremo tumbó un proyecto de urbanización y campos de golf por “insuficiencia hídrica”, según detalla la organización en una nota de prensa.

Esta vez se trata, agrega el texto, de una nueva finca puesta en cultivo este año, que no se había regado en aproximadamente los últimos 25 años. El pastor Pascual Carrión consiguió parar el proyecto de la macrourbanización con campos de golf el Tribunal Supremo precisamente debido a la “insuficiencia hídrica” que podría ir en contra del interés general de Jumilla.

La nota explica que estos días de primeros de diciembre "la actividad es frenética en la finca, ya que se están destruyendo las primeras lechugas iceberg que se han cultivado -tras la cosecha de una parte muy pequeña de la producción-, y se están preparando más hectáreas para seguir cultivando". En concreto, se han cultivado entre 30 y 40 hectáreas de lechugas, "lo que se traduce en millones de litros de agua desperdiciados, ya que cada cultivo de lechuga necesita unos tres millones de litros por hectárea", estiman.

Asimismo, el texto advierte de que en la finca, que tiene varios cientos de hectáreas, "se han construido dos nuevas balsas de riego enormes con toda la infraestructura propia de regadío industrial intensivo y, desde hace varios meses, hay movimientos de tierras que están eliminando los ribazos naturales, se está sacando piedra, y se están allanando y preparando más hectáreas para lo que parece ser el cultivo intensivo de hortalizas, como este primer cultivo de lechugas".

“Sobre todo, llama la atención que el Supremo tumbara el proyecto de urbanización por falta de agua, y ahora se estén cultivando y abandonando lechugas. Si ponen en producción todas las hectáreas que están preparando, fácilmente superarán en consumo de agua a la urbanización, lo cual va en contra del interés general de Jumilla, tal y como decía la sentencia del Tribunal Supremo”, ha lamentado Alejandro Ortuño, portavoz de la plataforma.

De cara a la planificación hidrológica del nuevo ciclo 2022-2027, que se acaba de presentar, la Plataforma Ciudadana Salvemos el Arabí y Comarca mantiene las mismas peticiones que realizó el pasado julio a la Confederación Hidrográfica del Segura, y añade que se mantenga como uso prioritario de las aguas subterráneas el abastecimiento humano, ya que la construcción de una tubería para conectar el Altiplano a la Mancomunidad de Canales del Taibilla "no garantiza el abastecimiento, trae agua de peor calidad y mucho más cara, supone un gasto energético y de infraestructura pública enorme, y deja los acuíferos a merced de los grandes regantes para que al final acaben destruyendo las cosechas", avisan.

Así, las peticiones realizadas en julio son:

1) Que se detengan de forma inmediata en el Altiplano y sur de Albacete todos los regadíos intensivos de monocultivos hortícolas, frutales de hueso y uva de mesa que se han instalado en los últimos cinco a diez años por parte de grandes empresas que utilizan estos recursos hídricos para una producción especulativa y de contingencia, lo que deriva en muchos casos en abandono masivo de cosechas, lo que se traduce en pérdida de recursos irrecuperable. El uso de estos recursos es a todas luces un uso irracional e irresponsable, y contribuye al agotamiento de los acuíferos a un ritmo acelerado.

2) Que se mantengan los regadíos de mantenimiento, apoyo o socorro a los cultivos tradicionales de la zona, así como a cultivos novedosos pero que no requieran cantidades elevadas de agua para su producción y desarrollo, como el caso de las aromáticas.

3) Que no se conceda ningún cambio de uso de agua de agrícola a ganadero cuyo fin sea la producción masiva, intensiva, industrial y estabulada de ganado, especialmente porcino, avícola y bovino, bajo las pautas, técnicas, métodos y procedimientos de una ganadería fuertemente industrializada, cuyos animales no pastorean ni ven el sol, y todo ello debido a la situación de sobreexplotación de nuestros acuíferos, lo cual pondría en peligro todavía más la vulnerabilidad de los mismos. No obstante, añaden, han solicitado que se mantenga el agua destinada a la ganadería tradicional y a su desarrollo equilibrado.

4) Que no se conceda especialmente el cambio de uso de agua de agrícola a ganadero a la mercantil cuyo objetivo es construir varias explotaciones porcinas junto al Monte Arabí y Cerro de los Santos con una capacidad para más de 26.000 cerdos. "Conceder el agua a este proyecto de ganadería industrial supondría la instalación y asentamiento de esta industria en nuestro territorio con la proliferación de decenas de cebaderos de porcino por toda la comarca, con la consiguiente demanda de agua permanente en constante aumento, lo cual es una irresponsabilidad dada la situación de sobreexplotación de nuestros acuíferos, ya que todo indica que a la larga no se podrá mantener dicho desarrollo de ganadería industrial en expansión", defienden.

“Han pasado más de 30 años sin que el organismo de cuenca haya hecho nada para frenar la sobreexplotación de nuestros acuíferos, es más, en cierta manera lo ha consentido al otorgar cinco veces más derechos de agua que recarga natural. Creemos que ha llegado el momento de tomar medidas antes de que siga aumentando el regadío industrial y de que se instale y prolifere la ganadería industrial en nuestro territorio”, remarca Alejandro Ortuño, portavoz de Salvemos el Arabí y Comarca.

2021-12-03