Un grupo de investigadores acaba de hallar un nuevo método de estimaciones sobre el estado de la población de adultos reproductores de atún rojo que rinde unas estimas independientes de los datos aportados por las flotas de pesca comercial. El nuevo método está dirigido a mejorar las estimaciones conocidas de este animal y se basa en la combinación del análisis de las abundancias de larvas con la variabilidad de las condiciones ambientales en los lugares de desove. Además, podría mejorar la gestión sostenible de la empresa, según una nota de prensa del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Las estimaciones actuales de la población adulta de atún rojo, lo que los científicos pesqueros denominan 'biomasa del stock reproductor', se basan en datos procedentes de las capturas de las flotas comerciales, que en ocasiones pueden ser incompletos o poco representativos del estado de la población. Por ello, una de las vías para mejorar el asesoramiento científico es el desarrollo de nuevos métodos totalmente independientes de las pesquerías comerciales.

Los atunes rojos nacen de pequeños huevos -de apenas 1 milímetro de diámetro- que eclosionan en unas 48 horas tras la puesta, momento en el que emergen larvas de alrededor de 3 milímetros de longitud, que en aproximadamente 20 días se metamorfosean en juveniles de poco más de 1 centímetro. Esas larvas pueden ser capturadas de forma efectiva en el marco de campañas científicas mediante redes de plancton, particularmente en áreas como el mar Balear, donde los atunes rojos adultos se congregan para reproducirse.

Este hecho ha sido aprovechado por investigadores para desarrollar este nuevo método dirigido a mejorar las estimaciones sobre el estado de la población de adultos reproductores de atún rojo atlántico (Thunnus thinnus), que se reproduce en el Mediterráneo. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Deep Sea Research Part II y, además, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA/ICCAT) decidió incorporar a partir de este año dicho índice larvario al proceso de evaluación del stock.

Este enfoque innovador constituye un ejemplo práctico de cómo integrar la variabilidad de las condiciones ambientales -el hábitat- y en general las consideraciones ecológicas, en el asesoramiento pesquero. Ello ha sido posible gracias a un amplio programa de investigación sobre la ecología larvaria del atún rojo iniciado por el IEO en 2001, que las instituciones participantes abordan desde el 2011 de forma coordinada y que ha permitido caracterizar los hábitats de puesta de la especie, cuyos últimos resultados han sido publicados también en Deep Sea Research y en Reviews in Fish Biology and Fisheries.

"Ello confirma el papel crucial de los enfoques multidisciplinares y colaborativos que han permitido integrar la oceanografía operacional y la ecología para el avance en la gestión sostenible de los recursos marinos", concluyen los investigadores implicados en el estudio.

El trabajo ha sido desarrollado por investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO), del Sistema de Observación y Predicción Costero de las Islas Baleares (SOCIB) y de la Administración Nacional para la Atmósfera y los Océanos (NOAA) de los Estados Unidos. A su vez, los estudios se han desarrollado en el marco de los proyectos nacionales e internacionales BlueFin, Ceres y Atame.

2017-06-01