«No está justificada la muerte de ningún lobo bajo ningún criterio en España, tal y como está la situación ahora», subrayó anteayer José Antonio ‘Blas’ de la Fuente, miembro del Observatorio del Estado de Conservación del Lobo y uno de los mayores conocedores de la especie en nuestro país, en una videoconferencia emitida a través de las redes sociales en la que también puso «en entredicho» los censos oficiales de sus poblaciones.

Para el investigador, que ha hecho el seguimiento de más de una docena de manadas en el Sistema Central, si los datos oficiales fueran ciertos, esos que indican que hay 300 parejas en el país de las que solo llegan a criar con éxito el 60/70 por ciento anual, estaríamos ante «un animal en absoluto peligro de extinción». Según estas cifras, agrega, «dentro de poco habrá más hembras linces con crías que lobas». E insiste: «no entiendo que se pueda matar a un solo lobo en toda la Península».

La caza no solo implica la pérdida de un ejemplar, sino la rotura de otros aspectos, como la cohesión de la manada, que es un trabajo de años. Cada grupo de lobos caza de un modo distinto, tiene un tipo de querencias diferente, otra forma de alimentación… «Cada lobo es distinto a los otros de su manada, y en España mueren 1.500 individuos al año», la mayoría por causas no naturales, lamentó.

Entre otras medidas que ve con buenos ojos, como el voluntariado para el apoyo de los agentes medioambientales cuando estén saturados de trabajo, De la Fuente cambiaría los derechos de caza del corzo -llamados ‘precintos’-, que ahora en Castilla-León y en casi todas las Comunidades Autónomas se permiten de abril a agosto, en época de cría. «Me parece la mayor aberración de las leyes de caza», explica, porque durante ese tiempo está el monte lleno de gente con rifles, «y tienen bastante sensación de impunidad».

En este contexto se atreve a defender que «en cotos de caza mayor, grandes, vendría bien una manada de lobos porque te hacen el descaste y la selección natural, eliminando los ejemplares enfermos, reduciendo la incidencia de patologías y favoreciendo la calidad de los trofeos», como ha pasado en la Sierra de la Culebra. Así no haría falta usar productos químicos ni hormonas para mejorar las medallas. Y resume: «practican una verdadera selección natural».

De la Fuente se ha recorrido los campos en busca del lobo. Está acostumbrado a dormir al raso y esperarle, cámara y telescopio en mano, en la amanecida, y al anochecer, 'El lubricán, la hora del lobo', como tituló la charla organizada por la asociación Ecotono y presentada por Juan Gómez Soto, su presidente.

Hijo, nieto y bisnieto de ganaderos, reconoció «que el mundo del lobo no es Bambi». «Es verdad que el lobo causa daños, dijo, pero no todos los daños son de lobo», y mostró abundantes testimonios gráficos, por ejemplo de podencos abandonados que habían cazado un corzo, o varias vacas muriendo en los partos, alguna con el ternero asomando atravesado sin terminar de salir, que tenían que haber sido atendidas por un veterinario. Imágenes de vacas muertas en las nevadas -recordó un caso de más de 30 ejemplares fallecidos a un solo ganadero- o por otras causas que implican ausencia de manejo ganadero mínimo.

A lo largo de su amena ponencia, el naturalista insertó vídeos de sus muchas andanzas buscando al lobo, «hay que aprovechar cualquier momento para ir al monte», recomendó repetidas veces. En las imágenes aparecían 'Clarita' y 'Colmillo', olisqueando el terreno, o jugando con los cachorros. Un vídeo de fototrampeo mostraba una estrategia de caza: tres lobos, uno se introduce en el perdedero de una pareja de corzas y, a continuación, aparece 'la Cebra' con uno de los cachorrones del año anterior. Les habían hecho una envolvente. En otra escena, mientras los burros no se enteraban de la presencia del cánido salvaje, las vacas avileñas, que tienen la suficiente rusticidad como para sobrevivir en el monte, componían ya su defensa. Habían visto y olfateado al lobo y protegieron a los terneros enfrentándose al peligro. Los lobos mantienen una buena distancia con las vacas autóctonas de monte «porque se la juegan». La mayoría de los ataques, advirtió, se producen sobre vacuno de razas mezcladas con la única finalidad de producción industrial de carne. Mientras pasaba sus capturas cinematográficas, que pueden visionarse también en su canal de Youtube, 'blasmania', citó el informe sobre el sector cárnico elaborado por la Junta de Castilla y León en el 2006, que recomendaba para el extensivo las razas autóctonas tipo avileñas, moruchas. Su rusticidad y maternalidad las hacen adecuadas para aprovechar mejor los recursos que ofrece el campo, aguantan mejor el clima y «por supuesto, protegen mejor a sus terneros de la fauna salvaje». Y añadió que el propio informe de la Junta reconoce que no se está haciendo y que el único criterio de selección es la producción cárnica.

Igualmente, «ahora que hay en algunos territorios exceso de ungulados silvestres, como cabras monteses, corzos, ciervos o jabalíes» apoya la traslocación de lobos a esas zonas en lugar de matarlos. Por otra parte, recordó que todas las Comunidades Autónomas donde había lobos en España y ya están extintos tienen obligación, desde 2007, de hacer un plan de recuperación de la especie, según la Ley de Patrimonio Natural y Diversidad, por tanto «en vez de matar un solo lobo en las otras Comunidades se podrían traslocar para los distintos planes de recuperación de la especie», apuntó como solución.

De la Fuente continúa con su labor de detectar ilegalidades, veneno, furtivismo y ponerlo todo en conocimiento de las autoridades, aunque a veces se pueda generar alguna tensión. Enseñó imágenes de jaulas trampa, cebaderos, furtivos, gente con arco, o cazando en vedado, un caso de veneno… No se amilana al señalar que la Administración no está haciendo su cometido porque el lobo es una especie protegida y pueden aliviar las tensiones y los conflictos que genera. Deja bien claro que la culpa no es de los ganaderos. En sus quejas incluye también a la patronal agroganadera «que está incitando a la desobediencia civil en vez de dar asesoramiento técnico, jurídico, y favorecer la comercialización de los productos ganaderos sostenibles».

El Observatorio del Estado de Conservación del Lobo, a cuya Junta Directiva pertenece, es una asociación de ciencia ciudadana para analizar si el estado de conservación del lobo es favorable o no para la especie. Es lo que pide la normativa europea. Implica muchos factores: causas de mortalidad, alimentación, la dinámica de poblaciones... Este proyecto es impulsado por el investigador Fernando Palacios, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas , y busca la mejora del estado de conservación del lobo y su hábitat. Animó a los asistentes a participar en el proyecto, que en poco más de un año ya llevan anotados más de 1.800 indicios registrados en la base de datos. «Tenemos un código ético y un compromiso de trabajo muy serio», dejó caer José Antonio ‘Blas’ de la Fuente.

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Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2020-04-29

 

  • Un momento de la intervención de José Antonio 'Blas' de la Fuente en la videoconferencia sobre el lobo organizada por la asociación Ecotono
    Un momento de la intervención de José Antonio 'Blas' de la Fuente en la videoconferencia sobre el lobo organizada por la asociación Ecotono.